La producción sociocultural del espacio en un contexto de mercantilización urbana: actores, conflictos y modos diferenciales de habitar la ciudad (Ciudad de Buenos Aires, 2007-2019) (finalizado)

Directora: Juliana Marcús

Co-director: Martín Boy

Integrantes: Joaquín Benitez (Investigador en formación), Martina Berardo (Becaria CONICET) Magdalena Felice (Investigadora Asesora), Dianela Gahn (Becaria CONICET), Lucía Gamino (Becaria CIN), Marcos Jaramillo (Becario Estímulo UBACyT), Agustina Márquez (Investigadora en formación), María Agustina Peralta (Investigadora Asesora), Emilia Tamburri (Estudiante), Diego Vazquez (Becario CONICET).

El presente proyecto de investigación se propone como continuación de un Proyecto UBACyT anterior (2018-2020) y procura profundizar el análisis de las dinámicas de producción social del espacio, teniendo en cuenta la dimensión cultural de los conflictos sociales urbanos, en un contexto de mercantilización de la ciudad durante la gestión del gobierno de Propuesta Republicana (Pro) en la Ciudad de Buenos Aires (2007-2019) y su incidencia en las luchas materiales y simbólicas por la definición de usos legítimos e ilegítimos del espacio urbano.

Para analizar los conflictos urbanos en torno a las disputas por la producción social de la ciudad y las contradicciones que presenta adoptaremos la perspectiva de la Sociología de la Cultura. Desde este campo del conocimiento, que podemos describir como la “dimensión cultural de los fenómenos sociales” (Margulis, 2009), la cultura se considera en el plano de las significaciones y en las tramas de sentido construidas social e históricamente que organizan nuestra comunicación, interacción e identificación con el mundo que nos rodea. Desde esta perspectiva, la ciudad “puede ser considerada expresión de la cultura y texto descifrable” (Margulis, 2009: 87); podemos leer la ciudad como si fuera un texto e interpretar las huellas de su construcción histórica y social en las calles, las plazas, los edificios, la arquitectura y en las relaciones sociales entabladas en el territorio. Estas huellas son el resultado de las luchas por la construcción del sentido presentes en la producción social del espacio urbano e inciden en los códigos culturales que orientan las múltiples maneras de leer, percibir y experimentar la ciudad. Se trata de luchas simbólicas por definir un orden espacial, por imponer modos de nominar el espacio, y por prescribir ciertos usos del espacio y excluir otros. Pero también, se trata de disputas económicas y sociales por la apropiación de los beneficios que produce la ciudad, que pueden conceptualizarse como ganancias de localización resultado de la renta o la cercanía a equipamientos y servicios escasos y deseables (Bourdieu, 1999).

Entendemos que en la producción social del espacio urbano no sólo intervienen las acciones de planificación y regulación; también las distintas formas de habitarlo y practicarlo hacen posible su producción. De modo que en este proyecto procuramos analizar la relación conflictiva y en disputa entre los actores que representan el poder político, técnico y económico –Estado, urbanistas, arquitectos, inversores y promotores inmobiliarios, cámaras de comercio– que pretenden dominar el proceso de producción y configuración del espacio urbano en la Ciudad de Buenos Aires, y los moradores y usuarios de la ciudad –movimientos sociales urbanos, organizaciones vecinales, habitantes no organizados, vendedores ambulantes, travestis, okupas, entre otros– que en sus diversos modos de apropiación espacial manifiestan en todo momento la necesidad y el deseo de producir ciudad.

Nuestro punto de partida, en diálogo con Henri Lefebvre (2013) [1974], es que el espacio urbano es un producto social, es decir, es el resultado de las acciones, prácticas y relaciones sociales en el territorio, pero a su vez es parte de ellas. Para entender la producción social del espacio, Lefebvre propone una tríada conceptual compuesta por las “prácticas espaciales”, las “representaciones del espacio” y los “espacios de representación”. A cada una de estas dimensiones le corresponde un tipo de espacio respectivamente: el “espacio percibido”, el “espacio concebido” y el “espacio vivido”. Para comprender la Ciudad de Buenos Aires como un territorio en disputa, este proyecto de investigación parte de la premisa de considerar una tensión permanente entre las tres dimensiones de la tríada espacial.